Sinopsis de la novela.

 CAPITULO I
Era un día de Pentecostés cuando el doctor Juvenal Urbino muy temprano entro al cuarto de un gran amigo, don Jeremiah de Saint – Amour, que había tomado lamas lamentable de las decisiones, se había encerrado en su 
 Cuarto con un sahumerio de cianuro de oro quien al lado de su fiel amigo el perro, debieron tener un lento fallecimiento. El doctor Juvenal al presenciar aquello, ordeno que no se le realizara ninguna autopsia al comisario ni al estudiante auxiliar que fue su alumno, puesto que don Jeremiah  uno de los amigos del doctor, y seré unían cada noche para jugar una partida de ajedrez. El comisario encontró un sobre dirigido al doctor Juvenal, el cual al ser leído por el doctor encontró unos once pliegos de petición y revelación apenas leyó las primeras partes y ordeno que se le entierrase a don jeremiah de la manera mas digna y lo mas pronto posible evadiendo todos los  tramites   burocráticos. También indicó al comisario que dijese a la opinión pública y a la prensa que había muerto por muerte natural. El doctor era una de las pocas veces que había de faltar a la misa de Pentecostés, pero lo que tenía que hacer valía la pena, al leer las revelaciones de su amigo Jeremiah, el doctor ordenó a uno de sus sirvientes que le llevara en su coche a una de las zonas de la ciudad, la mas marginada. Al ir por aquellas zonas, con un carruaje de la época colonial, bien conservada con todos los lujos, algunas  pandillas  de grupos  juveniles estaban tras  el carruaje, pero el cochero con el látigo del los caballos los espantaba.

Juvenal Urbino tenía unas frases muy propias: <<El bisturí es la prueba mayor del fracaso de la medicina>>, <<cada quien es dueño de su propia muerte, y lo único que podemos hacer, llegada la hora, es ayudarlo a morir sin miedo ni dolor>>.





CAPITULO II
Florentino Ariza y Fermina Daza planearon la fecha de su boda sin que nadie supiera nada. El un su ilusión de encontrar aquel tesoro, mientras esperaba con ansias a su amada Fermina Daza planeo rescatar un tesoro perdido en el fondo del mar que era de gran valor, para lo cual contrato a un niño experto en natación y buceo de nombre Euclides, pero el plan no salió como el esperaba y renunció a el para dedicarse a dirigir faros para guiar barcos a su llegada del mar.

Fermina Daza con 17 años ya era toda una hermosa mujer de incomparable belleza. Su padre había propuesto que ya había pasado un buen tiempo y que su hija había olvidado ese amor de juventud y era tiempo de regresara casa y así fue, regresaron.

El al verla se quedo atónito con su belleza, la seguía mientras ella hacia sus compras ya que ahora ella se encargaba de la casa, esperando el momento adecuado para presentársele con 8na gran esperanza, pero Fermina Daza al verlo se decepciono bastante de su aspecto físico y no quiso volverlo a ver nunca.


CAPITULO III
 El padre de Juvenal Urbino murió de el cólera y fue después de eso que el se propuso encontrar el cura para esa enfermedad, En el ejercicio de su profesión y gracias a un amigo conoció a Fermina Daza que por un mal diagnostico éste la llego a conocer, pues Fermina no tenia cólera  sino otra  enfermedad  con  carácter leve, pero ese fue el motivo para que el Dr. Juvenal la siguiera frecuentando, con el consentimiento de su padre. En un principio Fermina Daza decidió que no lo volvería a ver, pero el Dr. Juvenal no se daba por vencido le enviaba cartas de amor insistiéndole en irle a visitar, e incluso uso sus influencias para convencerla, pero no lo consiguió. En aquel entonces llego la prima de Fermina Daza, Hildebranda Sanchéz quien vino a pasar la navidad con ellos. En los momentos de conversación con suprima  ella  le contaba que seguía enamorada de Florentino Ariza y le contaba las cosas que ellos hicieron. Uno de  esos días llegó  a la población  un fotógrafo  muy reconocido  y casi toda la población aprovechaba para retratarse.

 Las primas, tanto Fermina como Hildebranda no fueron la excepción y se colocaron sus mejores vestidos los mas antiguos, de tal manera que parecían de otra época.

Ya después de las   fotografías empezó a llover y las primas fueron el hazme reír de la gente que se encontraba en esos lugares, ya que ellas llevaban un vestido fuera de época y la lluvia empezó a mancharles sus vestidos claros, fue ahí donde llego en su carruaje el Dr. Juvenal quien las invitó a llevarles hasta su casa. De un momento a otro Fermina Daza escribió una carta dirigida al  Dr. Juvenal indicándole que aceptaba casarse con él.



Cuando se fueron de luna de miel a Europa en uno de esos barcos atlánticos, sucedió lo que ella tanto temía. Pero no fue como ella pensaba sino que una experiencia única de tal manera que practicaron el acto sexual cada noche en aquel barco. Luego de un tiempo ella se sintió embarazada y en muy corto tiempo se había convertido en una mujer de alcurnia, puesto  que  ella  aprendía con mucha facilidad las costumbres y culturas. Cuando ellos volvieron al Caribe Fermina  Daza era una mujer irreconocible y cuando le preguntaban  de su viaje ella solo opinaba era un lugar con mucha bulla.


CAPITULO IV
En una ocasión su tío León XII le pidió que redactase una carta comercial y Florentino no pudo hacerlo ya que cuando lo hacia estaba redactada con cierto lirismo y rima, esto le molestó a su tío León XII, así que decidió enviarle al mas bajo de los puestos en el servicio de aseo. De esa manera Florentino empezó a esforzarse y ha ascender de posición muy rápidamente, conociendo todos los lugares de esa empresa. En muy poco tiempo Florentino Ariza se había convertido en el director de la compañía Fluvial del Caribe, al margen de aquello se convirtió en un gran poeta todos ellos dedicados a Fermina, pero eso no fue motivo de que impidiera conocer a otras señoritas. En una de sus andanzas conoció a Ausencia Santander una viuda pero que ya salía con otro hombre un capitán de la compañía fluvial. A Florentino le gusto mucho esa mujer y cada que podía iba a visitarla hasta que un día cuando realizaban el acto sexual su casa de la viuda fue saqueada y casi le dejaron sin nada, ya que aquella casa era una de las mejores de la ciudad por los adornos exuberantes que tenía. Después de eso, casi ya no fue a visitarla muy seguido, no por ese incidente, sino por que por esas fechas se había inaugurado el tren vía. Y fue ahí donde conoció amuchas damas. En una de esas ocasiones le sucedió a Florentino un gran susto,  
puesto que en el tren vía, conoció a una mujer con quien salió a invitarle un helado, pero resulta que esa mujer había sido una loca que estaba siendo buscada por haber asesinado a dos hombres a sangre fría con un hacha.

Cuando el Dr. Juvenal sentía la pérdida del amor entre ellos él le propuso salir de viaje nuevamente a París una segunda luna de miel. Cuando su retorno Florentino la vio nuevamente  embarazada a Fermina.  Luego de eso se empezaron a conocer muchísimo Fermina con su esposo,  hasta el punto de que no se arrepentía de haberse casado  con  él. Pasaron muchas cosas juntos, hasta cuando la vejes era un obstáculo para el Dr. Juvenal desempeñara sus actividades, Fermina siempre lo apoyó en lo que ella podía ya que era menor con al menos diez años, esa fue la época en la que supieron fortalecer su amor, de tal manera supieron sobre salir ante las adversidades de la vida.


CAPITULO V
Por motivos de la festividad de inicio del año nuevo del siglo XX, elevaron el primer globo aerostático, siendo los tripulantes las personas mas distinguidas, entre ellas el Dr. Urbino con su esposa Florentina, llevando por los cielos un primer correo aéreo.
Todo daba cuenta, de que en esa pareja (Dr. Urbino y Fermina Daza) las relaciones eran de las mejores; sin embargo en aquella época Fermina había atravesado la peor de sus crisis matrimoniales, puesto que en uno de esos días
 encontró un raro olor en la ropa de su esposo, ya que ella tenía el sentido del olfato exageradamente desarrollado , y esta situación sucedía con mas frecuencia. En una de las tardes en la que el Dr. Urbino se encontraba leyendo un libro, Fermina no soporto mas aquel tema que lo tenía tan intrigada y le dio conocer su preocupación. El Dr. Urbino no supo que hacer o decirle a su esposa, puesto que el llegaba tarde a su casa, no iba a las misas y demás actos que solía hacer, todo a causa de  una muchacha  que había  conocido y entablado una relación con la señorita  Barbara Lynch quien  era doctora en teología. Esta relación duro unos cuatro meses, hasta que Fermina Daza se enteró y le pidió que tomara medidas sobre el caso, de tal manera que el Dr. Urbino se vio forzado a dejarla,  tan solo  entregándole  una regalito de despedida, al cual ella no entendía.

Años mas tarde cuando Florentino Ariza se encontraba acostado en compañía de América, sonó las campanas de la catedral, y fue en aquel mismo  instante en que él, pensó que había muerto alguien importante, y le pidió a América que regresara a su internado. Cuando se enteró que el Dr. Urbino había muerto, él decidió presentarse ante Fermina Daza,  indicándole  que sus sentimientos no habían cambiado en lo más mínimo, pero ella lo rechazo rotundamente ya que ella esta atravesando momentos difíciles por la muerte de su esposo. Florentino Daza, al recibir ese rechazo por parte de Fermina Daza, se encontraba muy triste por varias semanas, hasta que  un día  de lluvia, cuando retornaba a su hogar, encontró una carta empapada en el charco de agua. Esa carta era de Fermina Daza, pero a Florentino no le importaba el contenido el cual era de rechazo, lo único que le importaba es que le había respondido a su carta y eso le generó esperanzas con Fermina Daza.


CAPITULO VI
Ella había leído las cartas que Florentino le había mandado, una mañana en el desayuno ella estaba con su hija, cuando recibió la primera carta y se la guardó para que su hija no sospechara, se fue a su cuarto y comenzó a leerla, cuando se dio de cuenta que Florentino Ariza había cambiado mucho y era una manera muy noble de borrar el pasado. Las cartas siguientes acabaron de apaciguarla, pero de todos modos las quemó y su única intención fue que algún día se las iba a devolver, pero con el tiempo se acumuló y no supo como explicar que su orgullo no la dejaba escribir.

Al final de todo él doctor Urbino Daza invitó a Florentino Ariza a un almuerzo en el Club Social a las doce del medio día, pero por ciertas razones Florentino Ariza tubo que llevarlo a otra parte. El almuerzo fue breve pero hablaron de él y de Fermina Daza, al final el doctor Ubino Daza le dijo que siguiera viendo a su mamá ya que ella estaba sola y él también, en consecuencia podía ayudarse a pasar su vejez. Florentino Ariza se sentía muy feliz que subió las escaleras bailando hasta que se dobló el tobillo izquierdo, cayó de espaldas y no se mató de milagro. Le enyesaron el pie hasta la pantorrilla y le obligaron a permanecer inmóvil en la cama por sesenta días, pero él no quiso eso, porque así no podía ver más a Fermina Daza.

Después de un largo tiempo Florentino Ariza y Fermina Daza decidieron hacer un viaje en uno de los buques de la compañía Fluvial. Cuando el viaje terminó Florentino Ariza preguntó al capitán del barco que se podía hacer para hacer un viaje de ida pero esta ves solos , y el capitán le contesto solo si se hubiera declarado el barco con la peste e izaran la bandera y se izo de esa manera. Un día cuando se encontraban navegando por el océano los detectó la patrulla del Caribe y les preguntó cual era la peste que traían, El capitán contestó que sólo traían tres pasajeros, y todos tenían el cólera pero se mantenían en reclusión estricta, pero que los demás no habían tenido un contacto con ellos. Florentino le dijo al capitán que vaya derecho otra vez por La Dorada. Él capitán se encontraba un tanto confundido al verse en el lío que se encontraba y no podía creer las ordenes de Florentino Ariza que consistía en un ir y venir por esas coordenadas, así que el capitán le preguntó a Florentino Ariza, hasta cuando estarían transitando por el océano de esa forma, y Florentino sin dudar un instante, le dijo toda la vida ya que esa ocasión había esperado toda su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario